Soy amigo de los refranes populares: "No hay mal que por bien no venga", "La mejor manera de dialogar es empezar escuchando", "Generemos soluciones", etc.
Vienen bien para aceptar un error de tránsito que cometí y que me sirvió para conocer a Gonzalo, empleado de tránsito municipal
Él, educadamente y sin dejar de lado su responsabilidad, me enseñó a no volver a cometer el yerro. Insisto con lo de educado porque como diría Landriscina "...podés vivir con poca cultura, pero nunca sin educación".
Gracias Gonzalo y disculpen las molestias.
Agustín Eduardo Duff