En estos últimos 11 años de Gobiernos se ha refutado aquella postura neoliberal en donde el Estado debe achicarse lo mas posible para que las fuerzas del mercado actúen libremente y, a partir de esto, se produzca una distribución natural de los recursos.
El colapso del sistema financiero Argentino en 2001 y la posterior política neokeynesiana llevada adelante por Néstor Kirchner demostró nuevamente que el mercado no es capas de resolver cuestiones relativas al bienestar social, a la distribución del ingreso y que ese papel lo debe cumplir el Estado como único sujeto garante del interés nacional.
El programa "Ahora 12" que supone la compra de la mayoría de los productos de consumo en 12 cuotas fijas, es decir, sin interés, es otra política que este gobierno ha tomado con el fin de alimentar el mercado interno. Un mercado interno fuerte significa un aumento en la demanda de bienes de consumo y servicios. Esto a su vez genera la necesidad del aumento de la producción de estos bienes, por lo que las industrias van a necesitar aumentar la mano de obra para satisfacer esta demanda. Así se forma un circulo económico que evita las crisis que ciclicamente suceden en las economías estatales.
El plan "Ahora 12" además también beneficia a los consumidores ya que aumenta su capacidad de compra sin la necesidad de asfixiarse financieramente y también beneficia a los comerciantes que le pueden ofrecer a los clientes una alternativa más para que le compren sus productos y así obtener un aumento en las ventas.
Queda claro con esto que, ante el fracaso del mercado, es el Estado quien debe tener una posición dinámica y dirigir los destinos económicos de la patria.